Susana Díaz tiene un ratón y lo ha enviado a Ferraz, y da un miedo tan tremendo que se acaban cerrando los despachos para que no entre. Y luego una ratita. Viva Andalucía. Y todos subidos a las mesas. Y da vergüenza ajena en un país moderno del siglo XXI el golpe de estado contra Sánchez. Las cosas no se hacen así: en realidad todo el Ibex 35 estaba detrás de Felipe para que saliera a entregarle el gobierno al PP. Desde que comenzara la crisis económica y política en España no se ha visto semejante enconamiento con nadie por mucho que estuviera investigado, encausado o condenado por corrupción. Y por los propios compañeros, y sin contar con la militancia. Y con la inestimable colaboración de Podemos que andaba soñando con la fuerza del 15-M y en marzo demostró nula inteligencia política. Los barones del PSOE son unas bestias pardas del reparto de poder ya desde la transición, y todavía no se han ido a casa. Es una lástima no volver a votar en diciembre y comprobar si el ratón chiquitín come chocolate y turrón, y bolitas de anís...
