Un afamado youtuber ha conseguido más de 13 millones de visitas ridiculizando al científico Stephen Hawking. La moda de los youtubers está siendo una auténtica epidemia. Hace algunos años era la música y los vídeos graciosos los que se llevaban la palma en el ranking de Youtube. En la actualidad son esta panda de individuos los que monopolizan las estadísticas a golpe de chorradas. Cuando no son las prostitutas de Amsterdam son otra cosa cualquiera. El tono es el de descubrir el mundo en nombre de otros, o con la excusa de contarlo a otros. Quieren hacer reportajes, ser artistas, pero la realidad es que hacen basura para alimentar su ego, ligar, o facturar clicks con las grandes marcas que necesitan mentes sin amueblar. Lo de la burla al científico paralítico es patético, que no es lo mismo, es infinitamente peor. Nada de seguirlos, nada de clickar.
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