Tanto Ciudadanos como Podemos ya no son unos aficionados, ni unos becarios, tienen que demostrar que están preparados para dirigir políticamente las instituciones. Han entrado en el sistema y ahora tienen que mojarse. Ciudadanos deberá ser coherente: hay arrimarse a lo que es lógico en su programa. el apoyo más o menos entregado al PP. Hasta la fecha intentaron con el PSOE sacar un gobierno de centro al que Podemos no quiso contribuir. En cuanto a estos últimos, en marzo tuvieron la ocasión de sacar adelante un gobierno alternativo al PP y no quisieron, entre otras cosas, por la fallida esperanza de que unas nuevas elecciones los colocaría en una posición de ventaja de izquierdas. Nada, que no. Y así hemos pasado del bipartidismo al cuatripartidismo, en una evolución lógica por los avatares sociales pero que no ha facilitado la lectura del resultado electoral. En los ayuntamientos, sobre todo Podemos, ya tienen el bastón de mando y el periodo de prácticas está tocando a su fin. Lo que viene ahora es la toma de decisiones, mojarse, decidir, posicionarse políticamente en serio, más allá de detener los desahucios y de preconizar el triunfo de la emergencia social. Hay que estar bien preparado para gobernar y eso es bien complicado.
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