viernes, 27 de mayo de 2016

El hombre borracho y el vino en la cuba

La Fiscalía investiga al exalcalde de Barcelona, Xavier Trias, por pagar bajo mano más de 5.000 euros al mes a una inmobiliaria por dejarse ocupar el local de un banco. Era el año 2015 y ni el alcalde convergente ni nadie por el ayuntamiento condal querían jaleo. Llevaban desde el 2011 los okupas y aquello era como una victoria de los indignados. La actual alcaldesa Ada Colau paralizó el pago, con un sarpullido de legalidad, y la propiedad pidió la intervención policial para restituir sus derechos sobre el inmueble. Los mossos actuaron sin miramientos el lunes y han desalojado el edificio, como mandató un juez. Ahora Colau pide paciencia a los vecinos y mano izquierda a la policía catalana. A buenas horas. Hubiera sido recomendable negociar un poco antes de montar semejante lío, porque no será ni la primera ni la última vez en la que la alcaldesa sufra de sus propias contradicciones, y dos cosas a la vez no se puede: el hombre borracho y el vino en la cuba. A lo mejor castigan a Trias, pero mientras hubo perversión hubo paz. Cosas del sistema. De este sistema.
No es la primera ni la última contradicción, 
pero puede caerte encima.

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