El Ministro del Interior debería irse a su casa para mantener un poco el sosiego nacional. Dice ser una víctima y lo es de si mismo, de la grabación y de la filtración, pero víctima somos todos, porque vivimos una situación vergonzosa. Rajoy es víctima de su ministro, el final de la campaña electoral lo es del escándalo, Esquerra de la manipulación, la policía de la presión política, y los españoles de tener un responsable público que busca problemas más que solucionarlos, y que será el encargado el domingo de hacer públicos los resultados de las urnas. Con Soraya en perfil bajo, este Gobierno en funciones carece de crédito y aguanta la prórroga agotado y agotándonos a todos. Otro despropósito nacional más al saco. Hasta Rajoy ha consumido todo el diccionario en la retahíla de casos que le han salpicado una y otra vez. Ni ya cerca de la jornada electoral nos dejan analizar el voto sin sobresaltos bananeros.
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