Precisamente y porque el día siguiente es mejor, todo está reposado, has contado hasta diez, está casi digerido, vamos a contribuir a la conmemoración del 80 aniversario de la Guerra Civil española, aunque den ganas de dejarlo pasar. Repetimos el título del texto que aportamos por su interés, ni el recuerdo ni el olvido, para adoptar una tercera vía: no hay nada peor para un país que una guerra civil, nada tan destructivo, y por eso no queremos ni calles a nombre de Franco ni volver a buscar los restos de García Lorca. Y ya vale. Los que vienen detrás no se merecen ni la vanagloria ni el relato desdichado continuamente, y solo habría que enseñar la verdad en las escuelas. Además del Quijote, una o dos lecturas obligatorias de dos historiadores previamente consensuados. Y se acabó, pero que se acabe de verdad, que a veces parece que nos gusta el regodeo más que la reparación.
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