martes, 5 de julio de 2016

Las graciosas asambleas se terminaron

El dirigente de Podemos, Íñigo Errejón, asoma como uno de los más espabilados del grupo. Afirma que cuando su formación política un día pueda aspirar en serio a gobernar será otra cosa distinta a lo que es en estos momentos. Las declaraciones posteriores al 26-J no tienen desperdicio y asoma la patita de que se terminó el sex appeal que tanta gracia hacía en televisión para abrazar otros tiempos y donde se prevé reforzar la estructura organizativa.
Dicho de otra manera y para que lo entendamos, organigramas para mandar, con mayor capacidad de decisión y a apechugar con lo que sea olvidándose de las graciosas pero ineficaces asambleas. Formar nuevos cuadros y fabricar relevo. Total, lo que cualquier grupo humano hace para no ser una jaula de grillos, ser eficaz y sobrevivir. Lo que no explican es como se hace esto compatible con un cada vez mayor protagonismo de los círculos. O una cosa o la otra, pero cada vez más similares a un partido convencional, porque la gaseosa se inventó hace años.

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