martes, 5 de julio de 2016

San Fermín es el gran botellón español

Que si, que 7 de julio, que el encierro, que la fiesta más internacional, que la marca España en el mundo, que la juerga es para todos, etcétera, lo que quieras, pero básicamente un botellón de órdago. Años atrás, cuando la transición todavía no había impuesto la moda de las fiestas populares, los Sanfermines quedaban más o menos contenidos a los locales de culto por la comida y la bebida que tan sabiamente administran los navarros. Los abertzales se encargaron de monopolizar la calle mediante la protesta o la ruina del chupinazo, pero pasadas las fiebres etarras, hace algunos años que la capital navarra es pasto del botellón y la guarrería masiva. Campañas contra el acoso sexual más o menos consentido y recurrir a líquidos repelentes de los orines han tenido que poner en marcha este año. El charco de vino es sinónimo de buen rollo y correr en el encierro propio de inconscientes, profesionales o no. Como se descuiden pueden morir de éxito con una imagen de tanto despendole. ¡Menuda fiesta para todos los públicos!

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